Respondiendo a Cadalso.

 



En 4º A para trabajar la literatura del Neoclasicismo de una manera más práctica hemos visto los temas que se tratan en las Cartas marruecas de José Cadalso y hemos respondido a una de ellas coordinados por nuestra profesora de lengua M Isabel Quero





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                             RESPUESTA A LA CARTA LXXXI DE CADALSO:

Querido Gazel:

He leído la carta que me enviaste y me ha parecido realmente interesante, me agrada mucho tu forma de pensar porque la encuentro bastante correcta, el hecho de que estés al tanto de este tema me enorgullece `ya que es algo que esta muy presente hoy en día.

Estoy de acuerdo contigo en la mayoría de tus palabras, es cierto que hoy por hoy la gente se dedica a juzgar, que si tu color de pelo, que si tu vestimenta, tu cara, tu cuerpo… y como tú bien dices eso solo produce ``ganas de retirarse a lo mas desierto de África, huir de sus semejantes y escoger la morada de los desiertos o montes entre fieras y brutos. ´´ Son tales las ganas de dar tu opinión sobre absolutamente todo que te voy a contar un abrumante espectáculo que viví hace alrededor de dos meses:

Estaba yo paseando cuando vi una tienda que me llamo bastante la atención y decidí entrar; allí se encontraban dos señoras, tendrían alrededor de 35 años, una vestía con una falda y una camiseta ajustada rosa mientras que la otra llevaba un simple vestido azul cubierto por una camisa blanca, la que vestía en tonos rosados iba bastante mas maquillada y estaba buscando un sombrero de plumas, sin embargo, la otra chica iba bastante mas natural y estaba más pendiente de los movimientos de su amiga. Cuando fueron a pagar su compra el señor que estaba en la caja, según vio a la chica del sombrero no hizo más que criticarla que si iba muy extravagante, que si el maquillaje solo cambiaba la cara, que si era una descarada… a su amiga todo lo contrario, que parecía una monja, que era una aburrida, que aprendiese a vestir… y miles de adjetivos descalificativos más.

Con este ejemplo a lo que quiero llegar es que no solo es cuestión de comportamiento, sino que criticar es un vicio de la sociedad.

                                                                                                        Un cordial saludo, Ben Beley.


Laura C. Guijarro.

 

 

 

 

 

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