Premios literarios: " Utopías y distopías"

 



Bienvenidos a Olympus

I

El móvil, la tablet, el cargador de todos los dispositivos, una bolsa llena de ropa y complementos… Will cerró la maleta con fuerza, salió de su habitación y bajó las escaleras. En el jardín ya estaban sus padres esperándole. 

-¿Llevas todo cariño? 

-Sí mamá - respondió Will con una sonrisa

-El autobús pasará a recogerte dentro de diez minutos - le indicó su padre - Recuerda, pásatelo bien, estudia mucho y saca muy buenas notas. 

-Confiamos en ti, haz que nos sintamos orgullosos - se despidió su madre. 


Will subió al autobús blanco con luces azules. El escudo de la escuela estaba cosido en todos los asientos. Se dirigió a la parte trasera del vehículo y se sentó en un sitio vacío. Sacó los cascos que le habían regalado por su cumpleaños y rápidamente se dejó llevar por la música. Le encantaban esos auriculares. Eran último modelo, como casi todo lo que tenía. Lo especial era que llevaban incorporados unos sensores que analizaban sus emociones y así reproducían las canciones que necesitaba escuchar en cada momento. 


Al ritmo de “Another day of sun” los recuerdos invadieron su mente. Sin duda, ese último verano había sido memorable.    


Sus padres le habían comprado ropa y material deportivo para practicar fútbol, baloncesto, bádminton, voleibol, patinaje… todo lo que quisiera. Cada día podía elegir un deporte. Si no le apetecía hacer ejercicio, se quedaba en su habitación y se conectaba al Omniverso, el mundo virtual que tenía de todo. Solía quedar con sus amigos para dar una vuelta (virtualmente hablando, claro) o se dedicaba a comprar de todo. Ese verano ya había repuesto por completo su habitación y su armario.


A sus padres no les gustaba que pasara tanto tiempo conectado, no lo veían productivo. Aún así no le regañaban mucho y simplemente le recomendaban que se pusiera a practicar con el piano o a leer clásicos literarios. Sin duda, éso le sería más útil cuando le llegara el momento de ir a la escuela. Y ese momento había llegado.


Will no sabía cómo sentirse respecto al nuevo curso. No tenía miedo de las asignaturas en sí, porque sabía que sus padres le habían preparado lo mejor posible. Probablemente, lo que más le preocupaba era el hecho de hacer nuevos amigos.   


En verano había pasado mucho tiempo con sus vecinos, los Miller, habían ido juntos a la bolera, al centro comercial, a hacer deporte… pero en el Omniverso. Y suponía que las relaciones personales cara a cara le iban a costar.    


Los carteles neón de la carretera le distrajeron de sus pensamientos. Elysium (su barrio, donde había vivido siempre) quedó atrás y La Gran Ciudad se extendía delante de sus ojos. Enormes rascacielos, cines, teatros, casinos, bloques de pisos… Todo ello de colores brillantes combinados con cristal y acero. Pero sin duda, lo que más había en La Gran Ciudad” eran tiendas. Tiendas de todo tipo de productos, tiendas de todos los tamaños y formas posibles. “En realidad” pensó  “ es un gran centro comercial”.

  


II

Había visto la escuela en fotos, sus padres las tenían guardadas en el álbum digital de la familia.

Pero nunca se habría imaginado el enorme campus que tenía delante en ese momento. Edificios blancos, canchas deportivas, jardines al aire libre, pequeños quioscos repartidos por todo el terreno…

Will y los demás niños y niñas que iban en el autobús (con los que él no había cruzado palabra) fueron guiados hasta el salón de actos, donde una señora muy bien vestida (“La directora supongo”) les habló desde el escenario.

-Sed bienvenidos a la escuela Olympus, donde pasaréis los próximos seis años de vuestra vida. Este será para vosotros un segundo hogar y nosotros nos encargaremos de que os sintáis a gusto, como si estuvierais en vuestra casa. Como seguramente ya sabéis, aquí os prepararemos para el reto más importante de vuestra vida. Cuando cumpláis los 16 años realizaréis un examen de todas las disciplinas cursadas. Y si sacáis un 10 en más de la mitad, podréis ir a vivir a Elysium, los barrios residenciales de la periferia. Pero tampoco os preocupéis porque, si no sacáis esta nota, podréis iros a vivir a La Gran Ciudad, que tampoco está nada mal. Allí podéis comprar de todo: las últimas actualizaciones, los últimos modelos.. todo lo que soñéis.


El examen de los 16. El término que más había oído Will a lo largo de su vida. Sus padres habían sido los mejores de su curso, sacando 10 en todas las materias. Por eso habían podido vivir en Elysium, en un chalet que estaba lo suficientemente lejos de la ciudad para no escuchar el ruido de los coches pero lo suficientemente cerca para ir una vez al mes a hacer la compra general.


Obviamente, los padres de Will esperaban que su hijo fuera igual que ellos y que sobresaliera magníficamente en todo. Pero para él eso no era presión. No lo era porque siempre había vivido así y no conocía otra forma de pensar.   Los cursos online (de idiomas, matemáticas, ciencias, música, arte…)  que había seguido desde los seis años también decían lo mismo que sus padres.  


La directora condujo a los niños a otro edificio, al que llamó “Residencia de Estudiantes”. A Will le tocó la habitación 204 y fue hacia allí para dejar las maletas. Cuando llegó se dio cuenta de que no eran habitaciones individuales.


En una de las camas estaba sentado un chico de más o menos su misma edad, que estaba jugando con la videoconsola. Will no sabía muy bien que decir así que sólo saludó y empezó a colocar su ropa en el armario. El otro niño no levantó la mirada de la pantalla y se limitó a asentir con la cabeza a modo de saludo. Como Will no estaba muy cómodo con ese silencio, le preguntó a su compañero lo primero que se le ocurrió. 

-¿Tú crees que sacarás 10 en el examen de los 16?

“Vale, esa ha sido una pregunta horrible, pero qué le voy a hacer si es de lo único que me han hablado en mi vida.”

Por suerte, su compañero no se lo tomó mal. Dejó a un lado la consola y le respondió:

-Pues mira, ni idea, la verdad es que me acabo de enterar de que existía ese examen.

A Will esa respuesta le dejó de piedra. 

-¿ Tus padres nunca te han hablado de él?

-No, mis padres siempre están muy ocupados como para contarme cosas. Además, no les preocupa mucho el tema de los estudios.

-¿En serio? ¿Dónde vives?

-En la Gran Ciudad, al lado de la empresa de mis padres.

-Ah ¿Y tienen un buen trabajo?

-Supongo que sí, por eso están tan ocupados, porque tienen un puesto muy importante.


Esto también le llamó bastante la atención a Will. Sus padres siempre le decían que sólo los estudiantes de 10, los que viven en Elysium, pueden llegar a triunfar en el mundo laboral.


Iba a preguntarle más cosas a su compañero pero entonces la directora pasó a avisarles de que pronto servirían la comida en el comedor. Will se apresuró a salir de la habitación y entonces se le ocurrió una pregunta mucho más importante que las anteriores.

-Por cierto, ¿cómo te llamas?

-Nate ¿Y tú ?  

-Yo soy Will - respondió mientras salía al jardín acompañado de su nuevo amigo.


III

Al día siguiente empezaron las clases y Will entró en su primera clase de Historia presencial. 

Su profesora, después de pedirles que se presentaran, pidió a los alumnos que prestaran atención al vídeo que iban a ver.

-Es un resumen de la Historia, cada siglo explicado con imágenes representativas de acontecimientos importantes y de la sociedad de la época.  

Algunas imágenes del vídeo mostraban aparatos tecnológicos que Will pensó que debían de estar en un museo. También aparecían descubrimientos científicos, inventos que Will pensaba que existían desde siempre. “¿Cómo podía vivir la gente sin tantas vacunas, sin estar conectados a Internet, sin ir de compras una vez al mes, sin tantos robots para todo?”

Will se sorprendió al saber que los libros de autoayuda e importancia emocional llevaban menos de un siglo existiendo. Lo que más le llamó la atención es la variedad de géneros literarios, cinematográficos y musicales. Le encantó asistir al desarrollo de nuevos estilos y formas de ver el mundo.

      

Hacia el final del vídeo, Will reconoció algunas imágenes sobre la pandemia de 2020 y la guerra de Ucrania , esas historias que siempre recordaban sus abuelos.    


La profesora tomó la palabra y les explicó a los alumnos la primera tarea del curso:

-Quiero que escribáis una lista dividida en dos columnas. En una apuntaréis todos los avances que creéis que ha habido en los últimos años, basándoos en lo que sabéis por el vídeo. En la otra columna escribid las cosas que pensáis que la sociedad de hoy en día ha empeorado respecto al pasado.


Will se tomó su tiempo para pensar y, cuando se quiso dar cuenta, ya había sonado el timbre de la siguiente clase.

“En fin, haré la lista por la tarde. Me pregunto cuál de las dos columnas será más larga” .

Elena Martín. 1BC





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