El viaje a tu corazón
Carla Fernández Díaz 4ºB
El viaje a tu corazón
Tantas preguntas sin tantas respuestas.... Desde pequeños nacemos, lloramos, reimos, y de repente, abrimos los ojos y descubrimos la vida.
La gran pregunta sin resolver ¿ Qué es la vida ?
La gran mayoría nunca nos paramos a pensar ni siquiera por un minuto, nuestras vidas son tan ajetreadas, tan rápidas, que no tenemos tiempo para nada más, ni para nuestra familia, ni para nuestros amigos y muchísimo menos para disfrutar de lo que verdaderamente importa.
La vida es como una estación de tren, con sus vías, cambios de estaciones, paradas.... Cada persona tiene su propio tren, y en tu tren se subiran miles y miles de personas que conocerás y que te acompañarán en tu viaje, no todas te caerán bien pero siempre deberás llevarte bien con todos los pasajeros y así llegarás a la felicidad, por desgracia otras personas abandonaran el tren y se despedirán de ti para siempre.
Hay que aprender a valorar los momentos y lo que te ofrece la vida.
Siempre pensamos que nuestras vidas son perfectas, que nunca nos va a suceder nada.... Hasta que nos ocurre, y es entonces cuando nos damos cuenta de lo valiosa y frágil que es nuestra existencia. Una frase muy común que suele decir la gente “no sabemos lo que tenemos, hasta que no lo perdemos”, es completamente mentira, como dijo Marlen Duran: “siempre sabías lo que tenías, pero pensaste que nunca lo perderías”
A lo largo de la historia han ocurrido numerosas pandemias que han marcado un antes y un después en nosotros, como por ejemplo: la gripe Española, la malaria, el cólera.... Pero hay una en especial que ha dejado huella en nuestro corazón, y que a día de hoy seguimos combatiendo contra ella, el Covid-19.
Esta enfermedad se ha apoderado de nosotros hasta tal punto que nos ha llegado a confinar en nuestras casas, nos ha arrebatado nuestros besos, nuestras caricias, nuestras tardes con amigos hasta el anochecer, las risas, las visitas infinitas de nuestros abuelos .... En resumen TODO, por no mencionar las vidas que se ha llevado por delante, y con ello ha traído la pena y tristeza a nuestras vidas.
No tengo palabras para expresar el enorme agradecimiento a todos los sanitarios que han hecho posible que a día de hoy sigamos vivos, ellos son los que nos cuidan, los que nos protegen.... Ellos son los verdaderos héroes.
Además del innumerable esfuerzo que han realizado los sanitarios, miles de personas se han unido a ellos, a pesar de no ser del mismo oficio, les han ofrecido material, apoyo emocional.... Por lo que a ellos también hay que darles las gracias.
A pesar de todo esto, hay una gran parte de la sociedad que no está verdaderamente concienciada de lo que estamos viviendo, ahora mismo si saliera a la calle vería a un montón de grupos de adolescentes entre 14-17 todos juntos, sin mantener el distanciamiento social y sin mascarilla, ¿ esto es lo que verdaderamente queremos ?, ¿ contagiarnos ?, y no solo a nosotros, sino a la gente que nos rodea.
¿ Podríamos tan solo por unos minutos dejar de pensar en nosotros mismos y dejar de ser unos egoístas ?, podríamos pensar en nuestros abuelos, esas personas mayores que han dado todo por nosotros, aquellas que nos han criado. Porque solo pensamos en quedar con nuestro amigos, en salir, en pasarnoslo bien.... Pero recordad que después de todo eso, regresamos a casa con nuestras familias, y es entonces cuando a partir de ahí, vienen los problemas, y es cuando nos echamos las manos a la cabeza. Son estos los momentos en los que reflexionamos, pedimos perdón, nos arrepentimos y esperamos a que se solucionen.
¿ Por qué no en vez de arrepentirnos de haberlo hecho, no empezamos a tomarnoslo en serio y empezamos a tomar precauciones ?, ya no solo por nosotros mismos, sino por las personas mayores. Con tan solo ese pequeño esfuerzo global, todo cambiaría: la sanidad no estaría colapsada, no habría tantas muertes ni contagios....
Sinceramente, no creo que nadie esté preparado tanto física como psicológicamente para una segunda oleada. Además del trabajo realizado por los ya nombrados anteriormente, hay que mencionar el gran mérito que tienen los profesores y alumnos por haber proseguido con las clases frente a todo, haciéndolas las más fáciles posibles para los estudiantes, y de ellos por haber trabajado duro y adaptarse a la nueva normalidad.
Como he dicho al principio, debemos de valorar y apreciar nuestra vida y lo que hay en ella, porque cuando menos nos lo esperamos pueden ocurrir multitud de cosas que nos la arrebatan.
Carla Fernández.
