El Quijote en tiempo de confinamiento

El Quijote, ¿quién no se ha leído o al menos ha escuchado hablar sobre este clásico? Sin duda, es un libro ejemplar que despierta muchas emociones y deja caer preciosos mensajes que probablemente, no nos hayamos parado a apreciar debido a lo sumergidos que estábamos en la historia. Como por ejemplo: “Sábete Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca". Recuerdo este pequeño texto de cuando me leí la primera parte del Quijote. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que me he detenido a pensar en el mensaje que nos quería transmitir.

En mi opinión, con este texto Cervantes intenta animarnos y expresar que nuestros actos son los que nos definen y rigen nuestro destino, ya que expresa que, si en lugar de quedarnos de brazos cruzados y rendirnos cuando la vida nos da la espalda, tenemos iniciativa y hacemos las cosas correctamente, pronto la vida nos sonreirá y todo lo malo que nos ha sucedido desaparecerá para abrirle paso a los buenos sucesos y momentos que nos esperan y que tanto merecemos. Esto es algo fácilmente aplicable a lo que estamos viviendo actualmente. En tiempos así, donde todo es triste y vemos el mundo mucho más gris de lo normal, no es difícil que muchos se rindan y pierdan toda su esperanza. He de admitir que yo he sido de esas personas que casi permite que la tristeza les consuma. Sin embargo, he abierto los ojos y he visto lo que realmente está sucediendo. He visto a todas las personas que están luchando día a día por que sigamos adelante y están haciendo todo lo posible por ayudar a aquellos que más lo necesitan: médicos, enfermeros, policía, trabajadores de supermercados e industrias esenciales, farmacéuticos, transportistas, repartidores, conductores, basureros y muchos más, todos ellos unidos, luchando por nosotros y por los que cuya vida pende de un hilo. Entonces, me di cuenta de que no puedo rendirme y venirme abajo, aunque sea para darle aliento a aquellos que dan todo por salvarnos y que se han convertido en verdaderos héroes, gracias a sus solidarios actos y a no ser capaces de rendirse. Pero ellos no son los únicos que están haciendo las cosas bien para que podamos tener un futuro claro y feliz. La mayor parte de la sociedad se ha quedado en su casa y ha renunciado a muchas cosas para que todo esto pase cuanto antes y podamos salir adelante. Sin duda, podemos estar orgullosos de nosotros mismos, de lo que estamos consiguiendo y de las solidarias personas en que nos han convertido nuestros actos.

Así que, desde el salón de mi casa, invito a no rendirse a todas aquellas personas que han permitido o están a punto de permitir que la tristeza los venza. Que aunque todo se vea oscuro y sin salida, juntos lo conseguiremos; que miren a su alrededor y vean lo que estamos logrando. Quiero darles un mensaje de esperanza y decirles que todo saldrá bien, gracias a que permanecemos unidos y haciendo las cosas correctamente. Apoyemos y animemos a los que están en el hospital luchando por sus vidas, y que, a pesar de su situación, no se han rendido. Hagámosles saber que  todos estamos luchando por ellos. Y a aquellos que han perdido a algún ser querido, les mando todas mis fuerzas y cariño, y les digo que, desde donde quiera que estén, estarán muy orgullosos por lo mucho que estamos luchando y consiguiendo.  
Mariana Dovale.

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