Rezando a la luna - L.M.I
Bajo la primera luna llena del año,
se abre un ciclo de renovación,
un momento sagrado para empezar de nuevo
aunque el cansancio pese en el alma
y la nostalgia bese nuestros pensamientos.
Al igual que la luna,
nos vaciamos para poder volver a llenarnos,
atravesamos sombras,
pero cada fase nos sostiene,
nos moldea,
nos recuerda que ser cambiante
también es ser completa.
Sé como la luna y acepta todas tus fases,
las luces y las sombras,
pues todas ellas son esenciales.
Estamos unidas a la tierra,
a su ritmo eterno, a su susurro sutil,
pero a menudo olvidamos escucharla.
Vivimos en un mundo
que no ve nuestras mareas
que ignora la danza de emociones,
la marea invisible que la luna deja en la piel.
Pero aún late en nosotras
la energía antigua de las mujeres
que supieron mirar al cielo
el mismo que vemos hoy
sentir su naturaleza y abrazar el cambio.
Así, bajo esta luna llena,
reza, siente, cambia, despierta.
Sé como la luna,
acepta todas tus fases
y recuerda: cada una de ellas te enseña algo.
L.M.I
