Relatos de Halloween🎃🎃: Mi amigo el monstruo
Imagen de J. Kenn Mortensen.
Mi amigo el monstruo
Esta mañana me he
levantado triste; me he duchado, vestido y preparado para ir al cole, pero no
he encontrado a mi amigo el monstruo.
Cuando bajo a desayunar
mamá ha preparado tortitas y tostada con fruta y zumo de naranja y la taza de
leche que tomo por las mañanas.
Yo - oye mamá, ¿has visto
mis zapatillas?, no las encuentro. - le pregunto al verla.
Mamá - No, que va. ¡Si me
hicieras caso y las guardaras!... - replica ella mientras termina la última
ronda de tortitas.
Yo - ¡Pero sí que las
guardé! - me quejo yo.
Mama - Bueno, ....toma un
poco de fruta, anda.
Me sirvo un poco de zumo
de naranja en el vaso y cojo la taza de leche que ya me ha preparado. Voy a
coger mi plato de tortitas, pero cuando vuelvo a la mesa alguien se ha bebido
mi zumo y mi leche. Monstruo. Ha sido él.
Yo - ¡Monstruo! ¡Deja de
esconderte y de beberte mi desayuno! ¡Y quiero mis zapatillas de vuelta!
Mamá - ¿Monstruo?, ¿qué
monstruo? - pregunta - No habrá algún bicho en mi casa, ¿verdad?.
Yo - No, no tranquila. Es
sólo mi amigo el monstruo jugando al escondido - digo, visiblemente molesto.
Mamá - ¿ya estás otra vez
con esa tontería?. Los monstruos no existen. Ya lo hemos hablado. - Dice ella
ignorante.
Yo - ¡Pero si se ha
comido mi desayuno! - Le grito enfadado.
Mamá - Al final vas a
llegar tarde al colegio.
Tenía razón: ya casi era
la hora de irse, así que cojo las zapatillas de repuesto y la mochila y salgo
de casa.
Justo cuando estaba a
punto de abandonar el jardín delantero, la oí gritar por la ventana abierta de
la cocina:
Mamá - ¡¿Ya estás
desordenándolo todo otra vez?! ¡¿ Qué te tengo dicho, Monstruo?!
Elisa Pérez Álvarez. 2° ESO