Poema para Isabel en el día de su jubilación
A Isabel, por todo. Que los vientos te sean propicios.
En los días nublados
cuando en Itaca llueve
y Ulises anda un poco despistado
o Penélope ignora donde ha puesto el tapiz
o Telémaco corre porque no llega a clase...
En días como esos
hay un pequeño faro que reordena las cosas,
pone calma en la isla y aplaca las tormentas.
Sonríe y todo encaja.
Su nombre es Isabel.
Llévala en tu recuerdo
porque su barco parte hacia otras latitudes.
No olvides su sonrisa, ni su nombre:
Isabel.
Marisa Peña.