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El murmullo del acero - Sofía Isabel Pardo Rodríguez, 1º ESO A

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  La cocina estaba sumida en una penumbra que parecía respirar. No era la oscuridad común de una casa dormida, sino un manto vivo, saturado de humedad, que se arrastraba como un animal invisible entre los azulejos quebrados. En el centro, sobre una mesa de madera carcomida por el tiempo, se erguía una licuadora antigua. De vidrio grueso, pesado, coronado por una tapa ennegrecida por los años, poseía un brillo opaco, casi enfermizo, como si en lugar de reflejar la luz, la devorara. Sus cuchillas descansaban en el fondo del vaso como colmillos en acecho, con la paciencia cruel de los depredadores que no necesitan moverse para inspirar miedo. No era un objeto cualquiera. Desde el día en que la abuela murió junto a ella —con los ojos abiertos, secos, como si contemplara aún un horror que nadie más pudo ver—, la máquina jamás volvió al silencio verdadero. Incluso apagada, incluso sin corriente, dejaba escapar un zumbido grave, subterráneo, semejante al lamento de un insecto atrapado ent...

¿Matar o dejar morir una mariposa? - Carol Milagros Llontop Rodríguez

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                                  ¿Matar o dejar morir una mariposa?   Crecí con los puños cerrados, cuando debía tener las manos sucias de juegos. Protegí a mi pluma del monstruo mientras fingimos algo perfecto  llena de gritos, sangre y vidrios rotos . Nunca fui la mariposa brillante , me compararon hasta apagarme , y en cada nota más baja mostrada me arrancaban un pedazo de futuro . Los payasito , los lugares tristes, las curitas en mi piel, los caramelos que callaban mi llanto… me decían que era “ atención lo que buscaba”, pero nadie se detuvo a mirarme . Mi monstruo eligió otro sentir, otro respiro, otra emoción . A mí solo me dejó el eco de su ausencia y un vacío que se repite en cada relación que intento tener. Me levanté , me caí , me señalaron , me juzgaron , me llamaron ladrona cuando lo único que robaba de ellos era un instante para sentir que existo . Y aquí si...

Te quiero - Paula Matos 1ºC

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Te quiero no es suficiente dicen, todos tenemos corazón pero pocos lo sienten, y aún así estás vivo, ¿no?   Pero qué me decís si os digo que cuando le digo te quiero pienso en venas dulces recorriendo mi cuerpo, voy a ser más clara, cuando le digo te queiro pienso en su  abrazo, la mayoría de veces que le quiero decir te quiero pienso en como decirle te quiero sin que suene forzado, y ahí es cuando me doy cuenta que le quiero tanto  que sin darme cuenta le he dicho te quiero tanto...   ¿tanto te quiero?   Te quiero no es suficiente dicen, te quiero lo suficiente como para decirte te diré te quiero para que veas cómo siempre existe lo que muchos desmienten pero mienten, la excepción, y hablando de diferencias hagamos una comparación, compara este te quiero con este te quiero, y ahora me dirás que te quiero no es suficiente cuando has visto te quiero dibujado en mi  mente.   Te quiero no es suficiente dicen pero yo te quiero y es suficiente, no será sufi...

Cansada - Vera BC

 Eternamente cansada de los "lo siento, pero", de los "no te ofendas", de los balazos y las pisadas.   Ajena a todo ello, soy efímera viajera. Del "lo siento" al "perdón", al "no te enfades" y al silencio.   Boto, reboto, voy y vengo y una y otra vez... 

las líneas del destino

 una cara indefinida  que yo, en sueños, anhelaba. mi infancia perdida solo a tí te llamaba.   en mi pecho hay un nombre trazado a mano, las líneas y bordes pintados de dorado.   mis pies me han llevado aún sin saberlo, a un camino más bonito. Un camino a tu lado. 

Quemada

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  Las nubes en llamas, el canto en el aire, la brisa en la cara, dulzor en los labios.  Del sol a la luna  se oyen risas y campanas.  De cama a cuna, sus gentes vivarachas.

Perseguidos por el destino

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  Dicen que cuando vas a morir ves pasar toda tu vida por delante para intentar encontrar alguna solución a tu problema mortal. Puede pasar en cinco segundos pero se te hacen horas. Eso solo te pasa cerca de la muerte. El tiempo pasa rápido -me dije a mí mismo. Uno no se entera de lo rápido que pasa el tiempo hasta que se acaba. Por eso, nunca debes de esperar a que el tiempo se termine, siempre hay que intentar mejorar antes de que finalice. Porque la muerte puede llegar a cualquier hora. Suele suceder pocas veces pero puedes llegar a saber cuando la muerte te espera, es espontánea, pero si nuestro destino se fija no hay más que hacer. 23 de julio, el día mas caluroso del verano, mis amigos y yo estabamos comentando sobre el partido de fútbol de ayer, sobre como habíamos ganado. Estuvimos un rato caminando hacía la plaza, al llegar a la plaza sin aviso alguno, todas las luces se apagaron y vimos una estela de fuego arder sobre hojarasca seca, “34 minutos”, me comentaron, ...